Camptoteca

En la década de los años 50, laboratorios de investigación del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos iniciaron un programa de búsqueda dentro del mundo vegetal de posibles precursores de la cortisona. Era la época en que ésta hormona se comenzaba a obtener por un proceso de semisíntesis a partir de los saponósidos esteroídicos de Dioscoreas productoras de diosgenina, plantas tropicales mejicanas, por lo que era muy importante disponer de materia prima propia que evitara la dependencia del exterior. Se recogieron centenares de plantas que fueron meticulosamente identificadas y se prepararon extractos alcohólicos en los que se investigaba, fundamentalmente la cantidad de saponósidos presentes y cualitativamente taninos, alcaloides, flavonoides etc. Cientos de estos extractos fueron guardados y en 1957, el director del Servicio Nacional de Quimioterapia del Cáncer envía al Research Triangle Institute 1000 extractos para que sean sometidos a un ensayo de actividad antitumoral. Entre los extractos enviados figuraba uno procedente de las hojas de la Camptotheca acuminata , árbol oriundo de China y del que había unos pocos ejemplares en California  que habían sido introducidos por el Departamento de Agricultura.

Al año siguiente, de todos los extractos enviados, solo los procedentes de la hoja de la Camptoteca poseían una considerable actividad en los ensayos biológicos realizados. Este hecho despierta grandes expectativas y se inicia un proceso de fraccionamiento bio-dirigido, que culmina con el aislamiento y determinación estructural de la Camptotecina.

La Camptotecina muestra un amplio espectro antineoplásico, pero su toxicidad y su escasa solubilidad hacen difícil su utilización en clínica. Es un alcaloide que no forma sales con los ácidos, insoluble en la gran mayoría de disolventes, siendo solamente un poco soluble en dimetilsulfóxido, se disuelve en álcalis con apertura de su anillo lactónico y pérdida de actividad. Un derivado de la camptotecina, la 10-hidroxi camptotecina, presente en la planta, aunque en menor proporción (0,05% en la corteza) se muestra más activa. La obtención de derivados de la 10-hidroxi-camptotecina y de la camptotecina, han conducido a nuevos antineoplásicos activos, hidrosolubles y que son los utilizados en la terapéutica actual: Irinotecan y Topotecan.