VALORACIÓN DE LA MORFINA EN EL OPIO

Aunque en realidad la morfina (y la codeína) se valora en esta droga por medio de un HPLC, a partir de un macerado alcohólico purificado, sirva como método didáctico el que a continuación se indica:

El primer paso consiste en tratar el opio pulverizado con agua de cal, con lo que se conseguirá que la morfina se transforme en morfinato cálcico, pasando a la solución alcalina. Precipita el meconato en forma de sal cálcica, al ser desplazado de su unión con la morfina.

A continuación se purifica la morfina extraída, para lo cual se añade a la solución filtrada, cloruro amónico. Al realizar esta operación se origina cloruro cálcico y amoníaco, provocando, este último, la precipitación de la morfina base, que se lava con agua y después con benceno (solvente en el que no es soluble).

La morfina base, una vez seca, se disuelve en metanol y se valora con ácido clorhídrico en presencia de rojo de metilo, cual si de una valoración general de alcaloides se tratase.