ODA AL DISTRITO C

Cuando diviso a lo lejos
tu estructura rectilínea
elegante, transparente
funcional y presumida,
me suben las pulsaciones
por la emoción contenida

al entrar en el distrito
más pareces catedral
que complejo de oficinas
de una multinacional

ubicado ya en mi puesto
circundado de cristales
los reflejos me deslumbran
y olvido todos mis males

un juguetón hormigueo
recorre todos mis poros
cuando doy la vuelta al ruedo
como un matador de toros

y mirando al respeteble
sentados de tres en tres
veo paz en sus semblantes
y sin asomo de stress

¿ qué has visto en mí, señor mío
para hacerme merecer
la dicha que representa
estar en Distrito C ?

mis faltas debo purgar
soy pecador disoluto
hazme solo una señal
y sin dudarlo, permuto

qué difícil es plasmar
tan solo con la palabra
la explosión de sentimientos
que me provocan tus plazas

en una tienes el mar
con rugiente rompeolas
que si no pasas corriendo
te pone como una sopa

en otra, la de poniente
con palmeras que dan sombra
el viento muestra su furia
y se lleva hasta la boina

no podemos olvidar
porque te enerva hasta el alma
un increíble arrozal
que los tacones descarna

me ha faltado describiros
por falta de información
las bondades de dos plazas
que aún están en construcción

y qué vamos a decir
de la zona de servicios
con lujosos restaurantes
para un público exclusivo

mas, no vayas a pensar
que es un lugar excluyente,
pagando los 35
dan de comer a la gente

la cosa está bien pensada
y tiene mucho sentido
pagas lo de una semana
y el resto con embutido

la oferta también contempla
un rincón italiano
que aunque parezca mentira
no admite dinero en mano

para premiar al cliente
que hipoteca el talonario
de bonopiensos del mes
dan algún extraordinario

el último y mas sonado
tuvo un toque picantón
con jovenzuelas mostrando
su lado mas seductor

algunos de la experiencia
aún no se han recuperado
y vuelven dia tras dia
por si se repite el acto

pero debo terminar
aunque a causa de las prisas
os deje de relatar
el vuelo de las cornisas

para quién no esté muy puesto
debo de puntualizar
que la cornisa no es ave
sino pieza de metal

resumiendo amigos míos
lo que quiero proponer
es que se le cambie el nombre
a nuestro Distrito C

como podréis comprobar
por todo lo comentado
bien se podría llamar
“ RINCÓN DEL AFORTUNADO “

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